BMW M5

BMW M5 Esta misma mañana os decíamos que los poros de BMW habían vuelto a ser atravesados, en este caso por las imágenes del nuevo BMW M5. Se trata de la quinta generación de la gran berlina deportiva de la marca y ahora, solo unas horas más tarde ya tenemos todos los datos y la galería de fotos oficial.

Desde el primer BMW M5 de 1984 hasta el nuevo que ahora sale a la luz, la evolución tecnológica ha sido brutal, pero el concepto y el objetivo sigue siendo el mismo: tener una berlina deportiva que sirva tanto para disfrutar en circuito como para viajar y/o disfrutar en familia.

El nuevo BMW M5 tiene para conseguirlo argumentos más que destacables. Por un lado el motor es un V8 de 4.400 centímetros cúbicos y turbo, colector de escape conjunto para las dos bancadas, inyección directa de gasolina y el sistema Valvetronic. Con todo ello, la potencia alcanza los 560 CV entre 6.000 y 7.000 RPM, aunque el par máximo de 680 Nm lo da desde 1.500 RPM. Pero como decía Jack el Destripador, vayamos por partes…

Diseño exterior del BMW M5
Como es lógico, el BMW M5 está basado en el Serie 5. Es como si este último hubiese ido al gimnasio para ponerse “cachas” de cara al verano que ya llega. El faldón delantero es mucho más agresivo, con una prominente entrada de aire en el centro y dos a los lados que permiten que éste fluya hacia el V8.

Echando la vista hacia arriba, los tradicionales riñones de BMW que presiden el frontal, tienen las varillas en color negro, una seña de identidad específica de los BMW M. En ellos confluyen los nervios que recorren el capó delantero de atrás a delante, un capó con unas formas más abultadas de lo habitual para indicar que dentro se esconde un motor de 560 caballos de potencia.

Los pasos de rueda son poderosos, anchos y le dan al coche una espectacular estampa sobre la carretera. En su interior albergan llantas de 19 pulgadas de serie, aunque de forma opcional también se podrán montar otras más grandes, de nada más y nada menos que 20 pulgadas.


Y en los pasos de rueda delanteros, las branquias laterales vuelven a tener presencia en un BMW M. En este caso, se trata de una evolución más de las mismas, con formas angulosas y que una vez más vuelven a albergar en su interior la luz de intermitencia.

Lo que no es tan diferente del BMW Serie 5 normal, son los espejos retrovisores, uno de las señas de identidad de todo BMW M que en el BMW M5 han perdido personalidad. No son cuadrados, pero su forma tampoco denota demasiada agresividad ni un diseño especialmente aerodinámico.

Éstos están unidos a la carrocería por un soporte en color negro brillante, en conjunto con los marcos de las ventanillas y las nervaduras de los riñones delanteros.

La vista lateral de todo BMW M, siempre es la más impresionante, y no iba a ser menos en el nuevo BMW M5. Como es habitual, el faldón trasero gana dimensiones y musculatura, para indicar que en las ruedas traseras es dónde está la tracción. Además las cuatro salidas de escape no cambian afortunadamente, siguen siendo marca de la casa.

Se completa el aspecto exterior del coche con un pequeño, elegante y discreto alerón posterior, que además de mejorar la estética del coche, también tiene una función aerodinámica cuando se rueda con él a 305 km/h que es dónde se fija la velocidad punta para los que opten por el M Drivers Package.

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