Muchas son las dudas que penden sobre el futuro del hasta ahora Dodge Viper, pero es que Saleen no anda mucho mejor. Primero, su fundador dejó la compañía, y después, esta fue vendida a un grupo de inversores que ha seguido fabricando sistemas de sobrealimentación y componentes varios bajo la propia marca, mientras que sus antiguos propietarios retenían (y retienen) la construcción de superdeportivos. Todo un lío.El caso es que Chrysler lleva desde hace tiempo buscando un nuevo terrario una nueva casa para su Viper, y Saleen, a pesar de las dudas sobre su viabilidad, podría ser uno de los fabricantes interesados. Aunque las noticias de las últimas semanas no hacían sino arrojar nubarrones entre ambas empresas, los nuevos propietarios de Saleen afirman que han "han considerado" la adquisición del Viper, sin decir ni pío sobre si todavía siguen en ello. Este silencio, unido al de Chrysler, hace pensar que Saleen podría convertirse en la nueva casa de la serpiente. Porque después de todo, si hubieran desechado la idea... ¿qué sentido tendría seguir adheridos al "sin comentarios"?
.
