Esto es lo que se dice un Ninja con ruedas. Bueno, los ninjas tienen un arte de disimulo de la que este Audi TT carece bastante. Oettinger, preparador que conocemos por sobrecargar a cualquier coche del Grupo VAG que se le pase por delante, es quien firma esta peculiar estética para el coupé.
Hay que reconocer que gracias a estas imágenes de calidad el TT de Oettinger luce mucho más. Es negro y oscuro como los mercenarios japoneses gracias a un pintura negra mate que casi da más brillos que la pintura corriente. Por su mirada parece que el TT nos esté acechando, con los ojos medio guiñados por culpa de las nuevas cubiertas para las ópticas. La verdad es que es una modificación bastante agresiva porque de ella puede depender que el resultado sea demasiado “macarra”.
El color de sus llantas de aleación también es negro pero llevan un borde en color naranja que hace un buen juego con las pinzas de freno, al menos Oettinger no ha perdido la capacidad de combinar los colores. Por cierto para una preparación de este calibre, visualmente hablando, las llantas son bonitas pero bastante simples (en el buen sentido). Lo que es en sí el kit aerodinámico no dista demasiado del que ya nos presentaran en el pasado.
Su matrícula lo dice todo, un TT único con el que resulta difícil pasar desapercibido. Si lo combinamos con un motor 2.0 TFSi potenciado hasta los 350 CV tenemos un más que interesante competidor del TT-RS.
