Honda Insight





No podía faltar esta entrega como un anexo a la prueba completa (parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4) del Honda Insight. Veamos ahora cómo se puede apretar al híbrido asequible para conseguir consumos muy bajos. Lo primero que hay que hacer es prestar atención a las indicaciones del Eco Assist.
En primer lugar tenemos el velocímetro, que se ilumina en verde con conducción eficiente, pasa a celeste cuando vamos aumentando el gasto y en azul oscuro cuando gastamos de más. Es imposible circular todo el rato en verde sin estorbar al tráfico, pero no llegar al nivel azul se puede hacer sin muchos esfuerzos. Eso para empezar.

En segundo lugar tenemos que utilizar una de las pantallas del ordenador, la que indica aceleración y desaceleración. Hay que procurar que la barrita que oscila al frenar o acelerar no entre en las cajas laterales, que significarían una variación de velocidad excesiva y por tanto ineficiente. Dime cuán suave conduces y te diré lo bien que lo haces.
Otra de las pantallas nos indica si empuja el motor de gasolina o no, si lo hace el eléctrico o si lo hacen los dos o ninguno. Si estamos atentos a esto, siempre sin perder de vista el tráfico, podemos ver en qué punto funciona sólo el eléctrico y entonces mantener la pisada para hacer que dure esta impulsión “gratis” el mayor tiempo posible

Según vayamos mejorando esto, iremos avanzando en los tres niveles de eficiencia con los que puntúa el coche. Además, influyen otros aspectos, como evitar coger el coche para desplazamientos cortos, no abusar del A/C, usar mayoritariamente el modo Econ, vigilar los excesos de velocidad y mantener consumos bajos.
Mi puntuación máxima se quedó a la mitad del nivel 2/3 (acumulada). Creí que bastaba con resetear los ordenadores A y B para que se tuviese en cuenta sólo mi conducción, pero me enteré justo antes de devolverlo. El proceso para reiniciar la puntuación es un coñazo, comparable sólo al de asociar un teléfono por Bluetooth, desesperante.




El Honda Insight agradece más la conducción a ojo que usar el control de crucero. Si lo hacemos así, seremos un poco más lentos (perderemos menos de 10 minutos en un trayecto de media distancia) pero evitaremos que el velocímetro se coloree azul oscuro. El control de crucero revoluciona el motor un poquito, pero menos que el Civic Hybrid.
De Madrid a Sevilla, a 110-125 km/h, tratando de optimizar consumo y no velocidad, se conformó con 5,2 l/100 km (ruta de la Plata). El motor eléctrico ayuda lo suficiente como para que el motor gasolina vaya muy bajo de vueltas y consuma menos que coches de potencia y tamaño parecidos. Si la orografía es favorable puede bajar a 4 l/100 km.

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